viernes, 9 de octubre de 2009

Coincidencias entre Venezuela del 2002 y la actualidad hondureña

Temblores que se sienten

Por María Belén Demartin
Más similitudes que diferencias, se encuentran si uno comienza a revisar la historia política de Latinoamérica. Los Golpes de Estado son lamentablemente una de las monedas corrientes; en la Argentina el Fraude Patriótico, fue el primer Golpe de Estado comandado por Uriburu en 1930; luego la Revolución del 4 de junio de 1943, dirigida por Rawson, Ramírez y Sueyro; posteriormente en 1955 la Revolución Libertadora de la mano de Lonardi y Aramburu; once años después la Revolución Argentina constituida por Pistarini, Varela, y Onganía, toman violentamente el poder; y por último el más sangrienta de todos los golpes, el denominado Proceso de Reorganización Nacional en 1976 encabezado por Videla.

Vaya sino estamos acostumbrados a vivir estos horribles episodios, y lo peor de todo, es que en muchas ocasiones los países latinoamericanos parecen ser fichas de dominó, que, colocadas en forma vertical una tas otras, y con un simple empujón comienzan a derribarse. En 1964 cayó la democracia en Brasil, en el ‘66 en la Argentina, dos años después en Perú; en 1972 en Bolivia y Uruguay; asimismo en el ‘73 en Chile de la mano de Pinochet y en 1976 en Argentina, por solo mencionar algunos.
Los intentos de desestabilización de Ecuador, Bolivia, y finalmente el golpe de estado en Honduras son una triste realidad.


Hoy por hoy, Hondura sufre un estado de incertidumbre política, el presidente constitucional Manuel Zelaya fue destituido por los militares el 28 de junio. Aún continúa luchando por volver a ocupar el lugar que la ciudadanía le dio.
Existe un singular paralelismo entre el golpe de Estado ocurrido en Venezuela el 11 de abril del 2002 y el golpe contra la democracia hondureña que desplazó en forma violenta al presidente Zelaya, trascendiendo de una u otra manera en todas las democracias sociales y participativas de Latinoamérica.
Los militares secuestraron al presidente hondureño de una manera más “efectiva” que la aplicada a Hugo Chávez en Venezuela de 2002. El pueblo Hondureño reclama a su presidente, de la misma manera que el pueblo Venezolano exigió el regreso de Chávez, durante los días que estuvo secuestrado en el intento de derrocamiento.
Los opositores a Zelaya habían reaccionado a la voluntad del presidente de modificar la Constitución con el fin de mantenerse en el poder; temiendo que siguiera los pasos del presidente venezolano Hugo Chávez.

En realidad, Zelaya sólo proponía que en las elecciones generales se realizara un sondeo de opinión, para preguntar a la población si quería que se realice un referéndum para saber si debía o no, formularse una nueva Constitución más justa, equitativa, y participativa que la vigente.
Para darle “legalidad” al golpe de Estado, el Congreso y la Corte Suprema (aliadas con el golpe), afirmaron que la consulta era ilegal y dictaminaron que el presidente Zelaya había violado la Constitución al intentar modificarla para poder pretender un nuevo mandato. Argumento falaz; como se sabe, el golpe es una agresión directa a Honduras, a los movimientos sociales y a la propia ciudadanía del país, pero sin lugar a dudas el principal blanco es la lucha contra el presidente de Venezuela. Atacar a Chávez por intermedio de Zelaya.
El presidente Chávez, ratificó que el golpe de Estado que está viviendo Honduras tiene las mismas características del golpe que vivió Venezuela en 2002.
Otra similitud, en el Golpe de Estado del 2002, la constituye la televisora Globovisión que apoyó y apoya ambos golpes. No informan sobre las movilizaciones del pueblo hondureño. Al contrario, mantienen programaciones de entretenimiento. La información está mediada, hay información filtrada, al decir que en el país existe una calma generalizada y que no hay movilizaciones. Cuando en realidad las manifestaciones en apoyo a Zelaya van en aumento. La lucha de resistencia es para que el país vuelva a la normalidad, y que el presidente Zelaya elegido constitucionalmente vuelva a asumir sus responsabilidades.

El Golpe de Estado en Honduras, evidencia las transformaciones que se vienen produciendo en Latinoamérica estos últimos años; en Argentina el año pasado y hoy por hoy se viven períodos de choques entre diferentes grupos de poder, que generan un malestar generalizado, al no dejar de lado los intereses de cada parte, es imposible encontrar una solución cierta y sincera.
Debemos buscar el sentido común para que los pueblos latinoamericanos logremos abrir el camino hacia una verdadera democracia participativa.

0 comentarios: